Sole Giménez, con su nuevo trabajo Dos Gardenias

De 5/6/09

Sole Giménez, con su nuevo trabajo Dos Gardenias

El 16 de junio los fans de Sole Giménez podrán escuchar las "vueltas" que la artista ha dado a distintos clásicos como Dos Gardenias (título del disco) o Vivir sin aire, entre otras. Sole viene con energías renovadas y con ganas de seguir innovando. Ya está cerrando fechas y concretando compromisos. La artista ha aceptado gustosamente compartir con todocorazon.net junto a su hermano Manuel Veleta, artífice del diseño de Dos Gardenias, sus ilusiones y la realización de su reciente trabajo.

-En Dos gardenias versionas boleros, bossa nova... Encontramos canciones de otros autores a las que has puesto el sello de Sole Giménez. ¿Cómo lo has hecho?
-A mí me gusta perderle un poco el respeto a las canciones que versiono. En este disco hay clásicos, como Dos Gardenias, que no suenan a bolero. También está Todo se transforma, de Jorge Drexler, que tampoco suena igual. Eso es lo divertido. Hay que asumir riesgos porque si haces lo standar, lo esperado, no aportas nada.
-¿Con este disco quieres alejarte definitivamente del pop?
-Yo me siento cómoda en canciones que considero hermosas y en armonías complicadas. Eso el pop no lo suele tener. El jazz, por ejemplo, se nutre de caminos insospechados y no demasiado trillados y eso a mí me interesa. Aún así, el pop que hacíamos en Presuntos siempre buscaba algo más allá de lo convencional. Yo creo que más que alejarme, lo que estoy haciendo es acercarme más al jazz.
-Y también vuelves con un lado muy romántico. ¿Dos gardenias es ideal para que lo escuchen dos enamorados?
-Sí, sí, van a encontrar muchos motivos para darse arrumacos con este disco, sobre todo con las historias de toda la vida.
-¿En qué canciones has arriesgado más?
-Aguas de marzo, que es una bossa, la hemos convertido en un cha cha chá y, además, la hemos hecho en castellano. Fue como una locura y un riesgo enorme pero creo que es una versión muy bonita. Vivir sin aire, que todo el mundo la suele conocer por Maná, tiene un aire más americano en este disco. A Dios le pido acaba con un coro cubano...
-En el disco de La Felicidad me comentaste que vivías en una onda positiva, de darle importancia a las pequeñas cosas de la vida. ¿Continúas así?
-Sí. Mi estado actual se parece mucho a ése. No tenemos que consentir que la vorágine del día a día nos haga perder la esencia de la vida. Yo hago todos los esfuerzos posibles por no perder esa perspectiva. Me gusta la pasión por hacer algo, no perder el detalle... Si estoy dándole un beso a mi hijo estoy haciendo eso y no otra cosa, eso es lo que valoro.
-Siempre has mantenido que hay que diferenciar al artista del famoso. No compartes las fórmulas televisivas tipo Operación Triunfo... ¿Te has encontrado con muchos 'Ristos' en tu vida profesional?
-Ni siquiera me he encontrado con el auténtico (ríe). Yo, afortunadamente, no me he encontrado con gente así. Hay que tener en cuenta que él es un personaje.
-Sí, pero él justifica su actitud alegando que en el terreno musical existen personas que dicen cosas aún más crueles y humillantes que las que él comenta.
-No, no. El papel de Risto Mejide es un papel escrito. Él cumple una función dentro de un programa de televisión. Forma parte de un espectáculo. Dentro del guión él es el poli malo y ya está. Eso no quiere decir que en la vida te vayas a encontrar con gente así, depende de quién te rodees.

MÁS ÍNTIMO
-¿Sole Giménez es más de amor pasional y loco o de amor racional y sereno?
-El amor, racional, no es (ríe). Pero sí que es verdad que yo soy una persona a la que le cuesta mucho dar los pasos que doy, tengo muchas dudas... Cuando se trata del amor, igual. Yo también experimento esa parte loca del enamoramiento y él que no lo haga es que tiene algo en su química que funciona mal.
-¿Es importante para ti la familia?
-La familia, que no tiene por qué ser de sangre, pueden ser tus amigos... Yo le doy mucha importancia a la gente que quiero, son pilares fundamentales para mí.
-Lo que más amas y lo que más detestas.
-Detesto la gente que miente por sistema, que su vida es una mentira. Y lo que más admiro de la gente es la capacidad de amar que tenga.
-¿Cuál es la lección más grande que te ha dado la vida?
-No quisiera quedarme con una lección negativa, aunque sí que me la ha dado. Pero, bueno, no me quiero quedar con eso. La más importante que me ha dado es que hay que luchar por lo que sueñas.

Comentarios

Debes iniciar sesión para publicar un comentario.