AlbaEM

He participado en múltiples sesiones de fotografía remuneradas, donde he trabajado con diversos estilos y conceptos. Esto me ha permitido desarrollar versatilidad frente a la cámara y aprender a adaptarme a diferentes estéticas, desde looks naturales y cotidianos hasta propuestas más artísticas y de moda. Cada sesión ha sido una oportunidad para pulir mi expresión corporal, manejar distintas poses y transmitir emociones variadas solo con la imagen. Gracias a estas experiencias, me siento cómoda y segura en diferentes ambientes y con distintas temáticas, lo que creo que es fundamental para el trabajo de actriz o modelo.

He participado como imagen principal en un anuncio para el Restaurante Baires. En este trabajo, mi papel consistía en pedir comida y probar varios de sus platos, transmitiendo de forma natural y auténtica la experiencia gastronómica del local. Fue una oportunidad para mostrar mi capacidad de actuación frente a cámara en un contexto publicitario, donde la expresión facial y corporal son claves para conectar con el público y hacer el producto atractivo. Además, aprendí a trabajar en un equipo profesional y a adaptarme rápidamente a las indicaciones.

He sido la protagonista principal en un anuncio remunerado para el Real Aeroclub de Andalucía. En él, llego al aeródromo, donde abrazo a una de mis compañeras de rodaje, mostrando una conexión cercana y auténtica. Después, interactuamos con el piloto, quien nos invita a subir a la avioneta para un viaje aéreo. Este proyecto me permitió trabajar en un ambiente distinto y dinámico, mostrando emociones reales y naturales en una situación especial. Además, aprendí a actuar en exteriores y a coordinarme con el equipo en un contexto muy visual y experiencial.

Protagonicé un mini documental titulado “Entre Dos Aguas”, rodado en la playa del Rinconcillo, en Algeciras, bajo la dirección del productor marroquí Ghali. La escena comienza con mi personaje caminando descalza por la orilla, vestida con un kaftán, mientras el mar (testigo antiguo de encuentros culturales) acaricia la arena. De pronto, un hombre comienza a tocar “Entre Dos Aguas” de Paco de Lucía al piano. Me acerco, casi hipnotizada por la melodía, y empiezo a bailar flamenco frente a él, como si el alma del Estrecho cobrara vida entre notas y pasos. El documental es un homenaje a la fusión natural entre Marruecos y Algeciras, a ese cruce de caminos donde la música, la danza, el paisaje y las raíces se entrelazan sin esfuerzo. No hay artificio, solo verdad, sentimiento y arte puro. La pieza fue emitida en Onda Algeciras, y también en cadenas de televisión marroquíes, como símbolo de ese puente cultural donde el arte habla todos los idiomas.

Este es uno de los capítulos más emotivos del proyecto. Mi personaje llega descalza desde el bosque hasta un barrio, aún vulnerable y con frío. Una mujer del barrio se acerca y me tapa, en un gesto simple pero lleno de humanidad. A partir de ahí, empieza a surgir la vida: una mujer canta flamenco, niños juegan al fútbol (con la colaboración del futbolista Álvaro Moreno y un colegio local- canción Barroso y Haze -El barrio de la alegría) y se genera un ambiente de unidad, calor humano y belleza cotidiana. Este capítulo transmite que lo esencial no son las apariencias ni las palabras, sino las personas, los gestos y los momentos compartidos. Representa cómo, desde distintas edades y situaciones, podemos convivir y construir algo hermoso juntos.

En el tercer capítulo de Sueños Abstractos, mi personaje despierta en medio de un bosque, vestida de blanco y envuelta en la misma sábana que en el capítulo anterior parecía atraparla. Esta continuidad visual refuerza la idea de que todo lo vivido antes —la angustia, el miedo y la soledad— fue en realidad un sueño. Al abrir los ojos, comienza a descubrir la naturaleza que la rodea: el bosque, las cascadas, el sonido del agua, el aire limpio… todo transmite calma, liberación y un nuevo comienzo. No hay voz ni diálogos, solo el entorno, el sonido natural y mi expresión corporal. La actuación parte desde la introspección: del desconcierto del despertar, paso a la aceptación y a una sensación de renacer. Es como si el personaje entendiera que el dolor ya pasó y ahora le toca seguir adelante. Este capítulo representa el tránsito de la oscuridad hacia la luz, del caos a la paz. Un cierre poético y esperanzador dentro del viaje emocional que venimos contando

En el segundo capítulo de Sueños Abstractos, interpreté a una joven que atraviesa emociones intensas como el miedo, la angustia, la soledad y la desesperación. Fue un corto totalmente sensorial, sin diálogos ni voz en off: solo sonidos ambientales, silencios, y mi expresión corporal y facial para transmitir el estado emocional del personaje. El productor quería que el espectador sintiera sin necesidad de palabras. Cada mirada, cada movimiento, estaba pensado para generar una conexión emocional directa. Fue un reto actoral muy interesante porque me permitió explorar cómo comunicar desde lo más profundo sin apoyarme en el texto, solo a través de la presencia, la energía, y la verdad emocional del momento. La cámara se enfocaba en capturar lo más sutil de mi expresión, lo que hacía que todo fuera muy íntimo y real.